En la astucia logro comprender los días que transcurren tan fríamente.
Por la inteligencia puedo leer un libro mirando por la ventana, divisando el día nublado y la lluvia incesante.
Los ríos se desbordan, como se desborda el miedo que me produce la soledad, esa que trata de ser compañía pero no lo es.
El cielo se tiñe de gris y cada capullo se convierte es oscuras criaturas.
Por la noche conduzco mi mirada hacía la luna que acaricia mis sueños, pero al mismo tiempo me causa esa intranquilidad atemorizante, allá fuera escucho esos gritos que no me permiten conciliar el descanso.
Está amaneciendo y los pájaros tratan de lanzar al viento su cantar, pero el hielo que hay en el aire no se los permite.
Todo esto se asemeja a este dolor que es penumbra, que me mantiene sumergida en un constante sin sabor, aunque mis ojos tratan de dirigirse a un fondo donde no haya nada sólo un mundo nuevo para poder crear, para lanzar una palabra tras otra y leer en el entrelineas VIDA, que no sea un utopía querer libertad, donde no hayan juicios para nada ni nadie, donde los rostros no se deformen por ver algo distinto.
Quiero querer, necesito amar, quiero llorar, quiero gritar, necesito despojarme de todo y VIVIR, ¿me permiten vivir?...
No hay comentarios:
Publicar un comentario